21 noviembre 2004

Termino un fin de semana semi-trágico, que la neta no sé ni por donde empezar:

Ok primero el problema mayor: Una llamada al medio día el sábado, "Chava, ando muy enojado conmigo quiero que vengas a mi casa para platicar". Yo regresando de un desayuno de ñoños con los de la escuela...... Mmmmmmm (pensando), este wey debe de estar bromeando, después de varias llamadas y para no hacer el cuento más largo, me entero de que estaba enojado por una sarta de babosadas que alguien dijo sobre mi con respecto al hermano de mi amigo. La neta al principio me saqué de onda, luego me puse a atar cabos y a huevo que supe de donde venía el pinche chisme. Definitivamente es increíble la enorme cantidad de gente que no tiene nada que hacer más que chingar la vida de los demás y como he dicho que me encantan las intrígas, ahora me doy cuenta que solamente me gustan aquellas en las que no estoy involucrado. Pero bueno como siempre lo he dicho: Cualquier publicidad es buena. La neta lo que si me dolio es que mi amigo se haya enojado asi conmigo sin antes darme la oportunidad de defenderme y me duele más que este wey piense que yo haría o diría algo para herir a su familia.

Otro "problema" (que al final resulto no ser tanto problema), es que termine confesando cosas de mi vida privada gracias a una pinche broma que me hicieron por internet, que resulta que mucha gente la conocía... ¡menos yo!. Lo bueno es que no paso a mayores o mejor dicho: lo bueno es que la broma no me la hizo alguna persona mal intencionada.

Para terminar mi fin de semana; por la mañana se perdió uno de mis dos perros gracias a un descuido de mi hermana. Sé que realmente no me gustan los perros, pero la verdad si me dio agüite porque amaneció lloviendo y hacía un frío poca madre. Pues claro que después de todo no tengo el corazón tan de piedra como yo pensaba y si me puse a pensar en el frillazo que estaría pasando el pobre del inodoro. Por la tarde salí con mi hermana a pegar los típicos anuncios de "se busca perro".... ibamos de regreso y aprovechamos para darle una buscadilla. La neta yo ya lo daba por perdido cuando volteo a una calle y que lo veo. Le gritamos, el perro voltea a vernos y se hacha a correr pero lejos de nosotros.... ¡Creo que el méndigo perro probo la libertad y le gusto!. Mi hermana corrío a pie por él y claro que no lo alcanzaba, le acelero al carro y me valio dejar a mi hermana corrí tras el perro hasta que se metió a una casa, después llego mi hermana (toda bofeada), y se mete a la casa por el perro (yo cerca del carro con el motor prendido por si el cán decidia arrancar corriendo. Una vez atrapado regresamos con él a la casa y mis padres más que contentos por haberlo encontrado.

Ahora lo único que quiero es dormirme y terminar de una buena vez con esta semana que tan mal terminó....


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