Ahora, ya tengo la misma edad que tenía él cuando nos conocímos y estos dos últimos días me ha dado un sueño horrible tipo a las once de la noche [yo siempre me duermo mínimo a la una de la mañana].
Osea, tomalá juventud marchita y otoñal [simón, me gusta ser un poco dramático].
Seguro es sólo una etapa y pronto regresaré a mis hábitos de vampiro.
Ahhh y el fin de semana pasada nos largamos a Coachella :-D